Nunca habrá una persona que te haga tanto daño como tú mismo, tus pensamientos y tus recuerdos son los que te dañan y si no los dejas ir el dolor nunca se irá. Eso lo aprendí o quizás lo tuve que aprender, muchas veces pensé que nunca lo olvidaría,  pero llegó el momento en que me di cuenta de que él no es el único hombre en el mundo y ademas soy muy joven para pensar en que nunca me volveré a "enamorar".